Buscar este blog

lunes, 7 de mayo de 2012

Actividad física y dolor de espalda

Si tienes dolor de espalda, seguro que lo que más te apetece es estar tumbado todo el día en la cama. Es tentador, pero probablemente empeorará el problema.
Los estudios han demostrado que aquellas personas que hacen ejercicio y se mantienen flexibles sufren menos dolores de espalda que aquellos que no hacen ejercicio. El ejercicio mejora el umbral de dolor de espalda de aquellas personas que lo sufren de manera crónica.
Los mejores ejercicios son cardiovasculares,fortalecimiento y de flexibilidad.
Por supuesto, estos ejercicios deben ser guiados por un profesional para evitar males mayores, como un fisioterapeuta o un entrenador que conocen que ejercicios son los más adecuados para caso en concreto.
Una cosa importante que un buen especialista hará es realizar un asesoramiento postural. Estudiar como te sientas, permaneces de pie, como andas.
Durante nuestra vida desarrollamos malos hábitos posturales que derivan en problemas de espalda, caderas, rodillas y hombros.

Ejercicios a evitar: 
En caso de problemas de espalda crónicos deberíamos evitar ejercicios de gran impacto como correr, fútbol, baloncesto.

Incluso el golf y el tenis son contraproducentes. Ambos ponen en gran tensión tu espalda. El golf es una actividad unilateral porque rotas en un único sentido. El tenis es un poco mejor pero también fuerzas mucho más una parte de tu espalda que la otra.
Significa que tengas que dejar alguno de estos deportes? No, habla con un especialista que te enseñará ejercicios que contraresten el continuo esfuerzo unilateral en una parte de tu espalda. En definitiva, si tienes dolor crónico de espalda el ejercicio adecuado puede incrementar tu calidad de vida de forma importante.

jueves, 3 de mayo de 2012

Como la falta de descanso puede afectar a nuestro sistema inmunitario?

Nuestro sistema inmunitario está regulado por el sueño.
El sueño regula diferentes hormonas que juegan un importante papel en mantener nuestro sistema inmunitario regulado, incluyendo la hormona liberadora de corticotroprina, hormona del crecimiento, cortisol y la prolactina.
 Los niveles de factores inmunológicos pueden verse afectados negativamente por la falta de sueño, aunque los efectos parecen variar, basado en la cantidad de la privación del sueño.
La interferencia con el sistema inmune normal, con la falta de sueño puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones y otras enfermedades inmunológicas.