Las estadísticas son alarmantes: Acerca de un 60% de
americanos padecen sobrepeso u obesidad, de acuerdo al centro de enfermedades
de control y prevención. El número de adultos obesos (aquellos con índice de
masa corporal superior a 30 o más) se ha elevado del 15% en 1980 al 27% en el
1999. Más del 15% de los niños entre 6 y 19 años tenían sobrepeso en el 2000,
lo que es 3 veces mayor que en 1980.
Porque EE.UU es una nación que está engordando? “ Hace 150
años, un estilo sedentario de vida era considerado para por ejemplo la esposa
de un granjero” ha dicho Richard Simon, Doctor Médico especialista en descanso
en Walla Walla, WA. “Nuestros niveles de actividad física se han desplomado,
como nuestro consumo de calorías aunque nuestra ingesta de calorías no ha
declinado. Cuando el gasto calórico declina y la ingesta calórica no declina,
ocurre un incremento de peso”
Además estamos durmiendo menos de lo que solíamos. Añade
todos estos factores juntos y tenemos el modelo perfecto para la obesidad.
Complicaciones:
La epidemia de obesidad es particularmente alarmante en
niños. 1 de cada 3 americanos nacidos en el 2000 desarrollará diabetes, y 1 de cada 10 ya ha desarrollado diabetes tipo
2, que es esencialmente observada en adultos.
Otro problema de la obesidad es el incremento de la apnea
del sueño.
Sobre 18 millones de Americanos sufren de apnea del sueño,
que suele estar relacionada con sobrepeso. Cuando una persona gana peso,
especialmente en el tronco y en el cuello, el riesgo de desordenes de sueño se
incrementa debido a que la función respiratoria queda comprimida, según
Margaret Moline y Lauren Broch, 2 especialistas del sueño en el Medical Center
de New York Weill Cornell.
Si una persona no descansa correctamente, no está motivado
para seguir dietas o sesiones de ejercicios.
Los trastornos del sueño pueden contribuir a la obesidad.
Un estudio de la Universidad de Chicago definió que una
ausencia de descanso durante un cierto número de día puede alterar el
metabolismo y los niveles de hormonas.
El estudio se llevó a cabo con 11 jóvenes saludables a los que se les
sometió a 4 horas de descanso durante 6 noches. Se demostró que su capacidad para procesar
glucosa en la sangre había declinado en algunos casos a niveles de diabéticos.
Así aquellas personas que duermen poco necesitan generar un
30% más de insulina que los que duermen normalmente, entre 7 y 8 horas.
La falta de descanso puede predisponer a las personas a
ganar peso. El nivel de leptina ( una hormona estimulante del apetito) se ve
alterado igualmente y puede inducir a un mayor apetito. Como la psicológica
manifestación de fatiga, sueño y hambre son similares, algunas veces las
confundimos, y tendemos a comer cuando realmente podemos estar cansados, porque
creemos que fatiga es un signo de hambre.
Así que dormir durante al menos 7 horas de un descanso
reparador y renovador es un factor importante para evitar el sobrepeso y ayudar
en su caso a reducirlo.
Koldo Arce
Técnico Ergónomo
www.bedinabox.es
Koldo Arce
Técnico Ergónomo
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